Lavado y aspirado

Lavado y aspirado (de cerebro)

Hace ya algunos años que se ha hecho global el tema PNL. La programación Neurolingüística era sólo tema de algunos locos psiquiatras que “hipnotizaban” a sus pacientes. Hoy en día, cualquier persona puede saber que puede programar su cerebro como lo hace con su cuenta de correo electrónico.

Yo diría que nuestro cerebro ya viene con unas programaciones básicas que se deben a la genética. Un latino promedio sabe que puede bailar desde antes de nacer. Además están esas programaciones que nos graban desde cuando aún no tenemos conciencia, sobre todo nuestros padres. Luego de eso, tenemos todo lo que conscientemente nos grabamos, sin quererlo.

“Estoy pelando bolas”, “me van a clavar esta materia” o “yo siempre llego temprano”, son frases que una persona promedio se puede repetir, sin que nadie diga que se está programando, pero lo está haciendo. Ya sabes por qué la gente que es “echona”, tiene razones para serlo, y la gente “quejona” también.

Lavado, aspirado y teñido de rojo.

Hace algunos años, cuando teníamos una constitución “moribunda”, y las instituciones y medios de comunicación estaban en las mismas manos que 30 o 40 años antes, vimos cómo nos bombardeaban sin clemencia con informaciones en contra de un presidente, para ese entonces nuevo. Luego de eso vimos como muchas personas se sumergieron en una lucha política sin tregua. Eran los días en los que el presidente decía “di una mentira 100 veces y se convertirá en verdad”.

Hoy en día, con 10 años de gobierno “revolucionario”, vemos cómo El Estado es dueño de casi todos los medios de comunicación, y las noticias presentadas son las mismas en todos. Todas las informaciones tienen la misma base: el imperialismo en contra de Chávez. Hoy en día, millones de personas no se dan cuenta de que están siendo programadas por los medios de comunicación de El Estado. Bastaría leerse un libro de PNL y luego ver el canal Venezolana de Televisión por dos horas diarias, por una semana, para darse cuenta de que estaríamos viendo una sesión de “hipnotismo” que nos llevaría a “entender” las razones por las cuales el gobierno hace todo lo que hace.

¿Lo estás lavando? Porque yo lo veo más sucio.

Por su parte, Globovisión, La Mega, RCTV, etc. (no quedan muchos en realidad), quieren hacer su parte y nos quieren programar también. Sin embargo, la programación de este tipo es básicamente: -Vivimos en un país horrible y vamos directo a la ruina-. Vaya manera de programarnos. La programación emitida por Luís Chataing, Marta Colomina, Leopoldo Castillo, etc., es una programación sumamente negativa, que nos ha llevado a ser una sociedad sin esperanza, quejumbrosa y desmotivada. ¿Ha funcionado ese sistema de programación? Técnicamente, sí, pero a mí me parece que ha sido más bien una ayuda para Chávez, eliminar el sentimiento patriótico, nacionalista y optimista de una población que sabe que el gobierno no está haciendo las cosas bien.

Malas noticias por todas partes, nos van a abrir los ojos sólo a más noticias malas. No veremos nunca una salida, una esperanza, una mejora, si estamos sumidos en un pesimismo terrible.

Entonces me compro un Blackberry y me olvido de todo.

Mejor que estemos deprimidos por la vida despotricando de nuestro país y todo lo que hay en él, es que ni siquiera le paremos a la política y vivamos lo mejor que podamos. Pero mejor que esto último, es que nos encarguemos de forma entusiasta de cambiar el país. Mejor es que vayamos a las marchas contentos, que planteemos soluciones. Qué bueno sería que Luís Chataing, en lugar de bajarnos el ánimo a las 7 de la mañana en su programa, nos incite a trabajar mejor por el país que defendemos, a pesar de que no seamos reconocidos por el gobierno. Eso sería más productivo que empezar a sacar los papeles para irse del país (que es algo que yo estoy haciendo, por cierto, y por eso lo reflexiono).

Sólo con una mente positiva tenemos posibilidad de salir del hueco. ¿Saldremos? No lo sé, pero sí sé que con una actitud negativa hacia el gobierno, hacia los chavistas, hacia el país, no saldremos jamás.